Sobre el Sitio

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La Ciudad Invisible es un blog personal para expresarme naturalmente, compartir mis escritos, mis traducciones y reseñas, Todo con el fin de fomentar el diálogo sobre distintos intereses: la literatura, la música, la micro ficción, la poesía, los cortometrajes. Éstas son las aventuras, los trazos y los testimonios que me voy encontrando por las calles de una ciudad invisible, una ciudad que podría ser cualquiera.

Los escritos en este blog son personales y no siempre perfectos. Encontrarás que muchas de las cosas que escribo tienen un tono particularmente absurdo, hiperbólico y excéntrico, por no decir un poco oscuro. Todos los escritos son inspirados por distintos personajes históricos, diversas culturas y creencias religiosas.

Gracias por leer.

“Querido lector,

Lamento mucho tener que advertirte que si sigues leyendo esta colección de escritos en vez de algo más alegre, seguramente terminarás gimoteando en desespero en vez de retorciéndote de la risa. Si estuviera en tu posición yo cerraría este blog y encontraría algo más interesante que leer antes de sufrir un ataque de pánico.

Deseo fervientemente que el mundo en el que vivimos sea diferente. Deseo que de alguna forma pudiera cambiar las circunstancias sobre las que escribo para ti.  Aún mientras escribo aquí, seguro como estoy y tan lejano de las cosas tan terribles que comparto, apenas puedo escribir una palabra más. Quizás sería mejor si cierras esta página ahora mismo y nunca leas el resto de cosas horrendas que te esperan aquí. Puedes imaginar, si así lo deseas, que vives en un mundo en el cual los vampiros brillan a la luz del sol. Puedes pensar que vives en un mundo decente y racional donde el conocimiento y el progreso nos llevan a todos a la felicidad. Mejor aún, puedes incluso creer que vives en un mundo libre de avaricia, odio e intolerancia y que todas las cosas horrendas que lees aquí no son más que una pesadilla, un fragmento de una imaginación perturbada. Pero lo cierto es que no es así. Este mundo, como las cosas que escribo, no es feliz y yo no estoy feliz de decírtelo.

Lamentablemente, es mi solemne deber escribir sobre estas cosas horribles, pero tú, sin embargo, no tienes ninguna razón por la cual deberías leer siquiera una palabra más de la miseria, la malicia y la pena que nos rodean a ti y mí desde el oscuro salón en el que escribo. Y si queda algún vestigio de cordura en ti, cerrarás esta página y nunca más volverás a abrirla.

G."